Arte ¿Para todos?
- ElPosmosapiens redacción
- 18 ago 2019
- 4 Min. de lectura

Por Gerardo Alberto González Segura. *
MUAC. Una mujer expone una obra materializada, a partir de cubetas de agua, para hablar de las problemáticas futuras, a falta de agua. Una conocida y mediática crítica dice “eso no es arte” con cara alargada; la gente le aplaude. Paralelamente, en otro lugar, una señora, llamada Martha, es llevada al museo por su sobrina Camila. Ve una obra de Caravaggio, “La incredulidad de Santo Tomás” y al mirarla queda asombrada por el nivel de detalle y dice con fervor “¡Esto es arte!”.
Regresando a casa, su sobrina ve una textura interesante en la pared y toma una foto de ella, para subirla a redes sociales; al mostrarla a su tía, ella sólo responde “Qué bonito, mija' ”.
Llegando a su casa, reciben la noticia de que el abuelo, ha muerto.
Martha escribe, sobre su diario, reflexiones en lenguaje burdo y con una caligrafía torpe, sobre la prolongación de la vida. A ella le duele la muerte de su padre, pero no deja de pensar en lo mucho que sufrió en vida; esto es contradictorio para ella, pues sus creencias, le dictan una clara negación a la eutanasia, pero no puede dejar de pensar que todo ese dolor se pudo haber evitado. Una vez terminando de escribir, esconde su diario, donde nadie lo pueda ver.
Por su parte, la textura que resultaba interesante, ante los ojos de Camila, de pronto se vuelve grotesca, pesada y le genera ansiedad. En el funeral, sube la foto a Instagram con la siguiente descripción: “Se ha ido una luz en mi vida, ésta fue una foto que tomé hoy, no tenía ningún significado y ahora parece tenerlo todo: Está llena de tristeza, como si ya no fuera sólo una textura, sino una persona... una persona que ya no está”.
“Esto es arte. Estoy segura de que él siempre vivirá, en tu corazón y en esta foto” comenta su amiga Mariana. Miguel, primo de Camila y estudiante del primer semestre de artes visuales, ve la publicación y la comenta, realizando el mismo gesto de aquella crítica que mencionamos al principio: “Eso no es arte”; y Martha, se alivia de saber que nadie nunca leerá su diario.
Martha, como Santo Tomás, no cree (en Cristo resucitado) hasta meter su dedo a la llaga, o en este caso, no cree en el arte, hasta no verlo en un museo o validado de alguna manera. En el mejor de los casos, valora sólo la parte artesanal: lo realista de la obra, sus detalles; y por otra parte no valora el arte ajeno a esta lógica, pues “no lo comprende”. En nuestro día a día, valoramos cierto discursos sobre otros, pensamos que el arte, entre más cercano a lo académico es arte más elevado, y por ende “más arte” que cualquier otra expresión. Esto lleva a 2 cosas:
1- exclusión
2-autoexclusión.
Así como Martha, guardamos nuestra obra ante los ojos del mundo. Creemos que el arte es sólo cuestión de unos pocos virtuosos y no reconocemos nuestra propia expresión ante el mundo, como si fuera un don con el que unos pocos son privilegiados. Luego vemos una obra que no se acopla a esos estándares de virtuosismo y decimos: “Hasta yo pude haberlo hecho” ¿Y por qué no lo hacemos? Personalmente, me gusta ver el arte como lenguaje: Todos ocupamos el lenguaje, y aunque existe gente especializada en el lenguaje, eso no nos exime de aprenderlo, hablarlo y buscar formas de ampliarlo, para poder expresar nuestra percepción del mundo(sea de forma individual o colectiva).
En el arte existe ese debate interminable ¿El arte debe ser democratizado o continuar con los mecanismos que funcionan como filtros del “buen arte”? Yo creo que debe ser democratizado; A lo largo de los años, muchos autores y movimientos han buscado eso: un ejemplo de ello, lo vemos con lo descrito por Tomás Maldonado sobre el movimiento arte concreto, del cual fue partícipe y fundador, donde comprendemos que la finalidad del arte, cotidianamente llamado “abstracto”, era lograr a futuro que el arte fuese comprendido por toda la gente, incluso sin educación artística.
Actualmente, vemos, por el contrario, un rechazo al arte no figurativo; Pero, el sueño de la democratización, sigue vigente con el internet. Si adoptamos un lenguaje propio y honesto, podemos diversificar el arte, transmitir nuestra individualidad (o por el contrario nuestra colectividad) y reflexionar sobre la posición actual, donde el resto nos encontramos parados, y sólo a través de esa reflexión, podremos transformarnos como sociedad.
No tengan miedo, compartan sus diarios, compartan sus fotos de texturas en Instagram y Facebook, ¡Antepónganse a aquellas caras alargadas, repletas de colmillos y ojos profundos, que dicen con voz artificial: “Eso no es arte”!
Esto no quiere decir que desaparezcan las escuelas de arte(tal vez sí, sólo en cuanto a las estructuras actuales) ni el labor del artista por profesión(como expliqué), pues al final, necesitamos sofisticar el lenguaje para explicar de forma más precisa (como un niño debe aprender a decir otras palabras, además de “mamá”), pero esto no debe dividir el arte en “bueno” o “malo”, el arte es arte, y entre más expandamos la forma de expresarlo, más lejos llegaremos.
* Estudiante de diseño industrial, casi egresado. Ilustrador autónomo, conocido bajo el pseudónimo de GerrySNK. Ha expuesto en diversas exposiciones colectivas tanto en México como en otro países, publicado y colaborado en varias publicaciones de diferente índole(Zine Censura, Revista Kuadro), realizado trabajo escenográfico(Manual para no leerse) e impartido talleres a adolescentes y niños.
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