La página 51
- ElPosmosapiens redacción
- 18 sept 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 19 sept 2019

*Por Eduardo Olmos.
-¿Por qué no me casé contigo? Dijo Ana.
-¿Por qué te torturas de esa forma? Contestaste.
Tal vez todavía tengo la ilusión de que pase algo más entre nosotros.
La primera vez que le dijiste “te quiero” fue después de haber tomado un trago largo y decidiste besarla, la miraste a los ojos y notaste que su mirada en realidad no correspondía con la felicidad que tantas veces habías visto en las películas románticas y que al contrario, trataba de evadir tu mirada.
-Perdóname pero no puedo quererte como tú me quieres a mí, perdona por hacerte daño de esta manera, en realidad sí siento algo por ti, pero no es tan grande como lo que tu sientes por mí. Debimos quedar tan solo como amigos y evitar esto.
-Ana... ¡ha pasado un año y apenas me lo dices! ¿Por qué si sabías eso no me lo dijiste cuando empezamos? ¿Porqué esperar hasta ahora? ¿Hay alguien más?.
Sí, contestó. No debiste salir, pensaste, cuando el invierno llega a la ciudad es difícil tomar la decisión entre llevar un suéter o chamarra, a veces hace mucho frío y a ratos hace poco o hasta hace un calor de los mil demonios, hay que revisar los reportes del clima, entraste al bar y te sentaste en la misma mesa, no hay nada que una cerveza no pueda solucionar, te consolaste mediocremente, esperaste unos minutos, tomaste una cerveza, y otra, y otra...
A la media noche, el alcohol, que siempre juega con las mentes débiles, como la tuya, hizo lo que deseaste hacer durante más de 3 años y no te atrevías.
-¿Estás Borracho?
sonó su suave voz.
-¿Sabes que siempre me han gustado las películas románticas? A ratos lloro con las escenas tristes de las películas de drama, a ratos me cuesta escuchar canciones tristes porque me acuerdo de ti, a ratos me sigue doliendo aquel día. Después de encontrarnos esta es la tercera vez que nos vemos y me doy cuenta de aquel chico enamorado ya no es el mismo que ahora está frente a ti, ya no se siente atraído por ti. Sabes, en aquel tiempo compré una libreta, tengo un gusto extraño por comprar libretas, ahí escribí todo lo que en algún momento sentí por ti: canciones, poemas, textos, dibujos, todo; creo que es momento de dártelo, cuando te sientas triste, léelo, cuando creas que no puedes más, léelo, cuando estés feliz, léelo, debes saber que en un tiempo hubo alguien que realmente te quería y te quiere, pero no como antes, es por eso que ahora te lo doy, te regalo el cariño que sentía por ti, te regalo esos sentimientos, te regalo esas sensaciones, te regalo mi intimidad, ahora es tuya; Solo pude escribir la mitad, la otra mitad es tuya, cuando encuentres a alguien que te quiera como yo te quise, escríbelo, dibújalo, descríbelo, píntalo, pero hazlo, creo que todos deberíamos dejar huella de nuestros amores, sentimientos e intimidades, si quieres quemarlo, hazlo, si quieres tirarlo, hazlo, es tuyo y puedes hacer con él lo que quieras, pero haz algo.
Lo leíste más de una vez, no era el mejor escritor, pero tenía algo especial, y es que todo lo que tenía escrito era para ti, nunca te imaginaste que alguien pudiera quererte tanto, y lamentaste aquel día en que todo terminó, y ahora que todo había terminado con Javier, de nuevo quisiste verlo, de nuevo quisiste ser parte de su vida, de nuevo creíste que entre él y tu podría haber algo más, tomaste la libreta y comenzaste a escribir justo en la página 51.
________________________________
* Eduardo Olmos estudió Ingeniería industrial en la UNAM, estudia diseño industrial en la UAM, ha representado a la UAM en diversos concursos a nivel nacional e internacional, actualmente trabaja en su propio emprendimiento. Diseñador por vocación y escritor por convicción, desde la adolescencia tuvo la inquietud de dejar por escrito algunas vivencias y compartirlas con todo aquel que guste de la lectura.
Comments