top of page

Chang Dong Lee regresa después de 8 años para adaptar 20 hojas de un cuento de Murakami

  • Ungoliant
  • 9 jul 2019
  • 3 Min. de lectura

Burning (2018) Recomendación de Netflix.


De todo el catalogo de Netflix, sus producciones mas recientes son las películas hechas por su propia producción. Del cine abierto, muy pocas están disponibles pocos meses después de ser estrenadas. Burning afortunadamente rompe con esta regla y déjenme decirles que es una noticia muy buena.

Dentro del mundo del cine hay una regla cuando un guion se escribe, y es que una página de este equivale a 1 minuto en pantalla. En esta producción, hay algo que es más que destacable, y es que Burning esta basada un cuento de Haruki Murakami llamada “Quemando Graneros”; un pequeño texto de 1983 que sólo consta de 20 páginas. El Director y Guionista Chang-dong Lee*, con la ayuda del novato Jung-mi Oh, logró traducir ese cuanto, en una película de 2 horas y 28 minutos, es decir, 148 minutos, o lo que es lo mismo; 148 paginas. Dicha acción no deja de sorprender por la notable habilidad de Chang-dong de poder extender un pequeño cuento, en esta gran historia que ha ganado el reconocimiento a nivel mundial en diferentes festivales; incluso uno como Cannes.

Entrando en la historia, es intrigante, no deja de ser enigmática de principio a fin. La historia inicia cuando Lee por casualidad del destino <<o al menos eso cree él>> se reencuentra con Hae-mi, una antigua amiga que trabaja como edecán en un super mercado. A Lee le intriga mucho el (re)encuentro <<quizá sea por su formación como escritor y su meticulosa personalidad que busca material para crear historias interesantes>> elementos interesantes que se suman a la belleza que sigue la existencia de Hae-mi y le da ese plus social de conquistar <<o tener la posibilidad>> a una mujer así.

Conforme pasa la película y pasa este redescubrimiento de ambos personajes, Lee se queda más intrigado. Cuando Hae-mi abre su intimidad, sus sentimientos, sueños y su mundo, desde el sexo casual en su departamento, hasta la presentación de su querido gato imaginario y los constantes ejercicios de mímica que efectúa de manera aleatoria frente a Lee. La relación de estos se consolida hasta que un día decide hacer un viaje a África y regresa 2 meses después, con un “amigo” nuevo llamado Ben, un chico serio, rico, pulcro y de un temple inamovible, lo cual es contrario a Lee. Cada día, paso a paso, acción tras acción, Lee sabe que pierde a Hae ante Ben, el cual gana la admiración de Hae por su tipo de vida y el uso constante de metáforas; cuyo pasatiempo principal es quemar graneros que tienen la particularidad de que estar abandonados, tristes, poco interesantes y sin dueño. Quizá es la vida que Gatsby lleva y sus constantes metáforas para hablar de su vida y pasatiempos lo que lo hace un personaje interesante de principio a fin, que no sabes que planea, lo que busca y porqué se rodea de personas las cuales no considera ni un poco interesantes.


Esperando que esto haya captado su interés, no diré mas. La película tiene momentos interesantes en la composición de imagen que se ven reflejados en los encuadres de la calidad de su Director, composiciones que nos dan pistas de lo que sucede en la escena; no son un fondo, también son información de lo que pasa en la historia. La dirección es poética por parte de Chang-dong Lee en lo cual es experto, y lo refleja en momentos increíbles como el baile al atardecer, con una trompeta que dicta el movimiento corporal de la protagonista y que nos enseña que en si la película es una metáfora que al descifrarla nos cuenta de todo un mundo con un contexto social, de una cultura volcada al materialismo despiadado que nos hace ver lo que tenemos y no quienes somos, y, la constante búsqueda de querer y ser queridos.


*Como ultimo cabe señalar sobre la carrera de Chang-dong Lee, que estuvo 8 años inactiva, años en los cuales desempeño el cargo de Ministro de cultura de su país Corea del Sur, pues además de ser un Director de Cine, es hábil en la política publica cultural. También además de ser un servidor publico, ha tenido obras de arte en su haber como Poetry (2018), Oasis (2002) y Green Fish (1997).

Commenti


bottom of page