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¿PIENSAS COMO CAPITALISTA? DESCÚBRELO.

  • ElPosmosapiens redacción
  • 19 sept 2019
  • 7 Min. de lectura

Fuente de la imagen: https://aminoapps.com/c/neopensadores/home/

Por Brian Jesús Rayón Mendieta. *

El presente trabajo tiene como finalidad explicar el funcionamiento de la ley general de acumulación capitalista, así como los métodos de acumulación y concentración por parte del sistema capitalista de producción.

Es por ello que para efectos del trabajo será bueno recordar que a lo largo de la historia la naturaleza humana ha sido observada y catalogada de dos formas: la primera y que populariza Hobbes con su obra Leviatán es aquella donde el egoísmo humano es parte de la naturaleza del mismo y que lo lleva a una lucha continua contra su prójimo1. La cual es resumida en la célebre frase creada por Tito Maccio Plauto “el hombre es un lobo para el hombre (en latín Homo homini lupus)”2. Asimismo, se encuentra el polo opuesto de esta teoría, donde Rousseau afirma en su obra Emilio o de la educación que el hombre es bueno por naturaleza, ya que este nace bueno y libre3. El recordar esto podrá explicar de cierta manera el actuar del capitalista ante su objetivo final que es el de acumular.

Como un primer paso para comprender la ley general de acumulación capitalista, debemos considerar que un factor fundamental es la composición orgánica del capital, y los cambios que en ella se presentan, tanto en su forma de capital variable (medios de producción) , como en su forma de capital constante (fuerza de trabajo) y como un cierto número de fuerza de trabajo (obreros), pueda mover un volumen de medios de producción (máquinas). Aquí por tanto se tendrá que dividir a la composición orgánica de capital es dos partes, la parte de composición de valor del capital y la composición técnica del capital, las cuales están relacionadas en tanto a cambios en la parte variable y constante4. Explicando de manera simple la composición orgánica del capital, recordemos que la fuerza de trabajo del obrero es aquella que crea valor nuevo en el proceso de producción de mercancías, a este valor nuevo creado se le denomina plusvalor, el plusvalor es transformado en capital. He aquí donde podríamos hace un supuesto dado que aquel que genera plusvalor y por ende capital para su acumulación es el trabajo. Por ende, se podría decir que, si se aumenta la fuerza de trabajo, y en igual proporción los medios de producción entonces se obtendrá más capital el cual podrá ser acumulado, y que al ser demandada más fuerza de trabajo esta se encuentre por encima de su oferta, por consecuencia, los salarios de los obreros deberán subir5.

Esto sería un panorama el cual podría resultar lógico ante la mirada de algunos, decir que la acumulación está relacionada en tanto a los trabajadores que emplee en su proceso de producción. Es así como lo veían los economistas clásicos como Smith y Ricardo, entendiendo que, si toda la parte constante se consumía por la parte variable, todo ello producido se vendería en el mercado, y así se obtendría ganancia [ceteris paribus]. Interesante el papel de los obreros, los cuales para beneficio del capitalista y su acumulación siempre tiene que pertenecer a la esfera baja de la sociedad; dicho de otra manera, que el obrero siga siendo pobre, así como ignorante para que sus deseos no sean más allá de los básicos para la reproducción de su fuerza de trabajo, y por ello sigan creando plusvalor para el capitalista6. Hasta aquí el supuesto que se ha hecho, es solo uno que tiene que ver con la relación entre el crecimiento o disminución de la fuerza de trabajo, dada cierta cantidad de capital para la acumulación. Sin embargo, existe otro supuesto el cual está relacionado a la masa de medios de producción que puede mover la masa de fuerza de trabajo en la jornada laboral, con una intensidad constante, ayudado por maquinarias, e introduciendo una división de trabajo dentro del proceso, trayendo consigo un grado de productividad por parte del obrero mayor. Es decir que la masa de medios de producción que el obrero absorbe será mayor, como consecuencia del aumento de la productividad, ayudada por una tecnificación en el sistema producción, a saber, que esto traerá cambios en la composición constante del capital, a expensas de la variable que se traducirá en una disminución en la demanda de fuerza de trabajo7.

He aquí donde entramos en una contradicción con el primer supuesto, dado que teníamos el entendido de que la fuerza de trabajo crea plusvalor, y este crea capital que se traducirá en acumulación, bajo el otro supuesto es diferente el cual trata de disminuir el trabajo vivo para dar paso a un crecimiento de lo constante, para acrecentar la productividad, y así reducir la demanda de trabajo con relación a la magnitud del capital, haciendo que el valor de la producción sea mayor en términos absolutos, pero que en volumen no sea así, haciendo con ello crecimiento de plusvalor que se traducirá en acumulación8.

Marx explicaba la acumulación de manera que “Con la acumulación del capital se desarrolla, por consiguiente el modo de producción específicamente capitalista, y con el modo de producción específicamente capitalista la acumulación del capital9.” Será importante versar también sobre el porqué el capitalista busca una productividad mayor en su producción, aparte de las ya expuestas. Aquí se tendrá que ampliar el análisis a gran escala para incorporar los capitales individuales (un capital individual representa una concentración de medios de producción y fuerza de trabajo), y su conformación en el capital social. El capital social tiene dos implicaciones, que nos ayudarán a comprender más adelante la competencia, la primera implicación explica que, a condiciones iguales entre capitales individuales, la concentración será más uniforme entre ellos, la segunda implicación denota que la producción esta dividida entre varios capitales individuales los cuales se presentan como productores independientes de mercancías y que compiten entre sí 10. Como se observa en la segunda implicación es aquí donde entra la competencia entre capitalistas, la cual es el punto central para entender la búsqueda del aumento de productividad. Aquí entra la lucha de capitalista contra capitalista por obtener mayor acumulación y la absorción de capitales menores por parte de capitales mayores a través del abaratamiento de mercancías, dicho de otra forma aquellos capitales menores que se basan en una producción con mayor masa de fuerza de trabajo estarán en desventaja frente a los capitales grandes que tienen una productividad más alta, dado que en una misma jornada laboral uno producirá más que el otro, pero al enfrentarse en el mercado, el capital de mayor productividad podrá abaratar su mercancía obteniendo más ganancia, y dejando fuera de competencia al capital menor, hasta el punto de desaparecerlo o absorberlo (según sea el caso). Y así apoderarse del mercado para aumentar su acumulación11.

Todos estos cambios que surgen de la modificación de la parte constante del capital sobre la parte variable, y su cambio en general en la composición orgánica del capital trastocaran la demanda de oferta de trabajo, pero esto más allá del desarrollo de las fuerzas productivas y de la evolución de la acumulación tendrán implicaciones en demás aspectos. Tal y como enuncia Marx

La acumulación capitalista produce de manera constante, antes bien, y precisamente en proporción a su energía y a su volumen, una población obrera relativamente excedentaria, esto es, excesiva para las necesidades medias de valorización del capital y por tanto superflua.”12

Dicho lo cual, la sobrepoblación, o población superflua es consecuencia (o producto) de la acumulación, creando un ejército industrial de reserva en la sociedad que más adelante podrá ser usado por el capital como palanca de acumulación, este ejército industrial de reserva significa para el capitalista material humano explotable y siempre disponible13. La cuestión de hablar de un ejército industrial de reserva, y de su disponibilidad, es hablar del momento específico que se requiere de él durante el ciclo económico (normalmente decenal), y el hablar de los ciclos económicos en el modo de producción capitalista es entrar a una discusión que si bien está relacionada con la ley general de acumulación capitalista, podría causar confusión. No obstante podríamos añadir en aras de la discusión presente, que el capitalismo después de una crisis (etapa dentro del ciclo económico), se recompone para poder sobrevivir como modo de producción y ayuda a este a tener nuevas oportunidades de acumulación. Será importante retomar las etapas del ciclo económico (crisis, estancamiento y crecimiento), dado que estas podrán explicar el grado de absorción mayor o menor del ejercito industrial de reserva14. Dicho de otra forma, para el capitalista le es importante la existencia de esta población excedente de trabajadores, que tiene un uso múltiple por un lado el tener una reserva de obreros le permitirá en un futuro disponer de ellos para acrecentar su acumulación y por el otro lado como medio de presión para los obreros ya empleados. A qué me refiero con este último uso es a que los salarios estarán regulados en función de la expansión o contracción del ejercito industrial de reserva, bajo la ley de oferta y demanda utilizada por los capitalistas, dado que, si algún obrero se revelara por un salario injusto, su despido seria inmediato y su reemplazo en el proceso sería igual de inmediato gracias a la sobrepoblación superflua15. Por ello podemos concluir que a medida que se acumula el capital, empeora la situación del obrero, convirtiéndose en ley. Esa relación directa entre ejercito industrial de reserva y acumulación, hace que el obrero sea subordinado al capital bajo condiciones deplorables, de las cuales muy difícilmente saldrá de ellas, y siendo solo él, el que crea valor por medio de su fuerza de trabajo, sin tener nada más allá que su “libertad” y un mínimo salario que le permita sobrevivir a un capitalismo voraz, que solo busca acumular.

1 Thomas Hobbes (1652), P. 222-240.

2 Tito Maccio Plauto (206 A.C).

3 Jean – Jacques Rousseau (1762)

4 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p. 759-760.

5 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p.760.

6 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p. 762.

7 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p. 772-774

8 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p. 774-776.

9 Carlos Marx, El capital t.1, vol. 3 (1867), p. 777.

10 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p. 777-778.

11 Carlos Marx, t.1, vol. 3, p. 778-779.

12 Carlos Marx, El capital t.1, vol. 3 (1867), p. 784.

Bibliografía;

CARLOS MARX. (1975). El capital, t.1, vol. 3. México: Siglo XXI.

HOBBES, T. (1989). Leviatán; la materia forma y poder de un estado eclesiástico y civil (1a. ed.). Madrid: alianza.

ROUSSEAU, J. J. (1985). Emilio o la educación (1a. ed.). Madrid: Alba.

*Estudiante de la licenciatura en Economía de UAM Azcapotzalco, interesado en las coyunturas políticas y económicas del país, desde la perspectiva crítica de la economía política, con experiencia en el ramo privado de seguros y fianzas. Ex consejero de economía UAM Azcapotzalco.

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